MOOC Gamificacion

Este sitio está pensado para que podamos socializar ideas y experiencias acerca del uso de las Nuevas
Tecnologìas en Educación y cómo a través de ellas podemos conocer la realidad en la que se encuentran nuestros alumnos, una realidad signada por lo tecnològico

viernes, 2 de noviembre de 2007

Educaciòn y medios de comunicación, por Javier Ballesta Pagán

No cabe duda que la educación queda afectada por el desarrollo tecnológico en el que estamos inmersos y las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (NTIC) no sólo son un recurso más para el desarrollo de procesos educativos de calidad, sino que ellas mismas constituyen un objeto de la educación en el sentido de que conforman contenidos curriculares que tienen que ser abordados en la enseñanza obligatoria. En la cultura de la televisión, los ordenadores y las telecomunicaciones una nueva visión del aprendizaje está emergiendo (Grey, 1999; Leask y Pachler,1999) debido al uso de estos materiales generados desde las tecnologías y que nos llegan de diferente manera. Por ejemplo, en aquellos centros educativos donde se utilicen ordenadores, periódicos, vídeos, Internet, programas de televisión y radio, etc. están favoreciendo que los alumnos comprendan y relacionen el mundo comunicativo de la sociedad en la que conviven de una forma natural, lo ven como algo más habitual, más suyo. Los escolares de ahora están creciendo con la expectativa de que ellos mismos pueden tener el control del contenido en los medios que tienen a su alcance. Esta idea de elección sobre los medios plantea el papel de la democratización de los medios, la adopción de un rol diferente, más interactivo, del usuario al estar ante lo que ocurre y la posibilidad de fabricar sus productos, informaciones y convertirse, de forma autónoma, en autor, agente activo y consumidor activo. Esta manera de estar ante los medios y con los medios, de participar en la potencialidad de sus productos y compartir la información hará que el aprendizaje se entienda cada día más como una empresa compartida y un proyecto a desarrollar con la participación de los usuarios, porque no conviene olvidar que los medios también pueden condicionar el tipo de aprendizaje; según sea el medio queda condicionado el tipo de procesamiento de información que el sujeto va a realizar y también ayudan a transmitir determinados tipos de actitudes y valores en la medida en que apoyan la presentación de contenidos, facilitan y organizan la acción didáctica y median entre el alumno y el profesor.
Para los educadores la tecnología debería ser un medio a nuevos límites, hacia un aprendizaje más dinámico, pero la tecnología no debería ser el problema. Como señala Rowe (1994) los verdaderos problemas son las nuevas formas de percepción y los conocimientos requeridos por el cambio, las nuevas definiciones de lo que significa producir conocimiento y el deseo de abandonar viejas formas de autoridad por nuevos métodos más comunicativos, más democráticos, descubiertos en una comunidad de aprendizaje verdadero.

domingo, 30 de septiembre de 2007

Recordando información

A los usuarios:Es muy común tener un montón de direcciones electrónicas de distintos proveedores, claves y sitios, y resulta que cuando uno quiere ingresar de forma inmediata a algún sitio generado, se traban las neuronas, uno no recuerda que puso de clave o de nombre de usuario, se pierde tiempo y al final terminamos haciendo un nuevo sitio, con nueva clave y anotando en algún lugar secreto para no olvidarse, que como es tan secreto en algún momento no se sabe donde está.
En fin esto me paso en este Blog en particular, hace como una hora que busco papeles, archivos digitales, para recordar mi memoria, y por fin logro entrar.
Què podemos hacer ante este problema que nos plantea la tecnologìa digital?

viernes, 10 de agosto de 2007

Web 2.0

Gestión de la Comunicación y el Conocimiento

La gestión de la comunicación y del conocimiento son actividades complementarias. La verdadera comunicación se refiere a transmitir información a un público en particular, escuchando su retroalimentación y respondiendo según corresponda.
Una correcta evaluación de las necesidades de la comunicación se concentrará en identificar grupos de partes interesadas, evaluar sus percepciones, definir los temas, preparar los mensajes apropiados, determinar la combinación más efectiva de canales de comunicación para llegar al público elegido, capacitar para poner en marcha las actividades de comunicación y luego, diseñar mecanismos para la supervisión y evaluación de las mismas.
Como apoyo a este proceso, la gestión del conocimiento provee las herramientas e incorpora los comportamientos conducentes a esta interacción, promoviendo el intercambio de prácticas óptimas y lecciones aprendidas.

La Escuela ante las tecnologías, por Javier Ballesta Pagán

Hoy es más urgente que nunca preguntarse por la relación entre los discursos que propugnan los Medios masivos de comunicación, las Nuevas Tecnologías, y la Escuela. La pregunta que nos hacemos podría formularse de la siguiente manera : ¿Qué capacidad tiene la escuela para desvelar los intereses que inspiran el discurso dominante de los Medios masivos y de las Nuevas Tecnologías de la Información? La Escuela y los Medios, a través de sus discursos, conforman ciudadanía, subjetividad, pero desde postulados morales totalmente distintos. Las formas de pensar que subyacen y promueven los diferentes medios de información y comunicación ni son neutrales ni se dan en el vacío, basta con analizar sus productos, programas, diseños...
De igual forma, en la actualidad se observa la dificultad que experimenta un número importante de individuos para entender los mensajes que se transmiten en los medios de comunicación. La descontextualización y fragmentación del conocimiento en los medios es una realidad. Unido a esto hay que destacar, con todas las consecuencias que pueda tener las dificultades de las personas con niveles considerables de escolarización, incluso universitaria, para interpretar y dar sentido a la información que les llega por los más diversos canales, está haciendo aparecer un nuevo tipo de analfabetismo. Por ejemplo, entender la información transmitida en un telediario requiere contar con unos mínimos conocimientos previos sobre los aspectos más diversos. Desde historia y geografía, hasta política nacional y extranjera, moda, literatura, biología e ingeniería. Pero sobre todo requiere un saber que no está ubicado en ninguna disciplina específica, como tal, aunque exige una capacidad de valorar, interpretar, discernir y matizar lo visto y lo escuchado, para tener un criterio de credibilidad sobre las fuentes que nos informan y los hechos comentados.
De ahí que cada vez sea mucho más difícil distinguir entre información, opinión y seleccionar lo fundamental de lo transmitido, desenmascarar razones ocultas o simplemente considerar que aquello que vemos tiene que ser remediado, solucionado y necesita de una actuación. Cada vez más hay una distancia, generada por los mass-media, entre lo que pasa y cómo se cuenta, entre la realidad y la ficción, imperando la seducción mediática y el lenguaje que confunde y adormece al usuario del mismo. El gran engaño consiste en suponer que quien va a utilizar los medios ya tiene formación suficiente para hacerlo, lo que no suele ser cierto en la mayoría de los casos. Se necesitaría tener un conocimiento previo o un requerimiento adquirido por el análisis desde la experiencia personal, cultural y grupal capaz de servir de referente a lo que nos llega desde los medios.

"Desde un punto de vista cultural, el espectador o receptor de mensajes realiza una serie de operaciones de identificación, de reconocimiento, de diferenciación, que suponen la existencia de un conjunto de recursos propios de un núcleo cultural a partir del cual se seleccionan y procesan el contenido de dichos mensajes. Cuando este núcleo propio no está constituido o lo está muy débilmente, los riesgos de alienación y de dependencia aumentan considerablemente. Los medios, en particular la televisión, no han sido concebidos para formar este núcleo. Dan por hecho, al contrario, que cada individuo ya lo ha desarrollado y, a partir de ese dato, la tendencia consiste en incrementar la diversidad de la oferta para permitir que cada uno elija el tipo de programa que prefiera” (Tedesco, 1995:84-85).