No cabe duda que la educación queda afectada por el desarrollo tecnológico en el que estamos inmersos y las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (NTIC) no sólo son un recurso más para el desarrollo de procesos educativos de calidad, sino que ellas mismas constituyen un objeto de la educación en el sentido de que conforman contenidos curriculares que tienen que ser abordados en la enseñanza obligatoria. En la cultura de la televisión, los ordenadores y las telecomunicaciones una nueva visión del aprendizaje está emergiendo (Grey, 1999; Leask y Pachler,1999) debido al uso de estos materiales generados desde las tecnologías y que nos llegan de diferente manera. Por ejemplo, en aquellos centros educativos donde se utilicen ordenadores, periódicos, vídeos, Internet, programas de televisión y radio, etc. están favoreciendo que los alumnos comprendan y relacionen el mundo comunicativo de la sociedad en la que conviven de una forma natural, lo ven como algo más habitual, más suyo. Los escolares de ahora están creciendo con la expectativa de que ellos mismos pueden tener el control del contenido en los medios que tienen a su alcance. Esta idea de elección sobre los medios plantea el papel de la democratización de los medios, la adopción de un rol diferente, más interactivo, del usuario al estar ante lo que ocurre y la posibilidad de fabricar sus productos, informaciones y convertirse, de forma autónoma, en autor, agente activo y consumidor activo. Esta manera de estar ante los medios y con los medios, de participar en la potencialidad de sus productos y compartir la información hará que el aprendizaje se entienda cada día más como una empresa compartida y un proyecto a desarrollar con la participación de los usuarios, porque no conviene olvidar que los medios también pueden condicionar el tipo de aprendizaje; según sea el medio queda condicionado el tipo de procesamiento de información que el sujeto va a realizar y también ayudan a transmitir determinados tipos de actitudes y valores en la medida en que apoyan la presentación de contenidos, facilitan y organizan la acción didáctica y median entre el alumno y el profesor.
Para los educadores la tecnología debería ser un medio a nuevos límites, hacia un aprendizaje más dinámico, pero la tecnología no debería ser el problema. Como señala Rowe (1994) los verdaderos problemas son las nuevas formas de percepción y los conocimientos requeridos por el cambio, las nuevas definiciones de lo que significa producir conocimiento y el deseo de abandonar viejas formas de autoridad por nuevos métodos más comunicativos, más democráticos, descubiertos en una comunidad de aprendizaje verdadero.
Para los educadores la tecnología debería ser un medio a nuevos límites, hacia un aprendizaje más dinámico, pero la tecnología no debería ser el problema. Como señala Rowe (1994) los verdaderos problemas son las nuevas formas de percepción y los conocimientos requeridos por el cambio, las nuevas definiciones de lo que significa producir conocimiento y el deseo de abandonar viejas formas de autoridad por nuevos métodos más comunicativos, más democráticos, descubiertos en una comunidad de aprendizaje verdadero.